miércoles, 30 de junio de 2010

Somos muchos para ser poco ( parte III)

Se parece a algo que no se ve, mi masoquismo de actuar.
Que me siga latiendo el alma y me desborden las ganas,
Que siga creyendo que algun dia no va a haber algun maldito animal
Que empecinado baje el telon hasta hacerlo caer con tanta fuerza,
Como para partirme en dos.
En algun lugar entre antes y despues
Se me oscurecen tanto las dudas, tanto…
¿Por qué me mato tan tranquila, tan de a poco?
Si cada funcion termina igual: se apagan las luces (tan de golpe como para hacerme temblar), se vacian los asientos (con una rapidez que es casi admirable), se acumulan un monton de espaldas en la puerta (siempre de salida, la puerta, siempre de salida), se encaminan todos a la realidad (y en el camino van borrando los recuerdos que lastiman)
Y ahí por fin me veo, y ahí capaz alguna vez me encuentro.
Ahora la sala es toda mia, soy libre, libre para llorar. En caso de inundación, me ahogaria solo yo, sola yo.
Me explota la cabeza de dudas, me eriza la piel el asco, grito de miedo, escurro lagrimas de dolor, me nacen cicatrices de funciones muertaas que me encadenan a la desconfianza.
Pero ¿Qué importa?
Si se parece a algo que no se ve, mis ganas de actuar.

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